Reto de Lídia Castro Navàs para diciembre 2023 | Consagrados al bien común

   El reto de Lídia Castro Navàs (https://lidiacastronavas.wordpress.com/escribir-jugando/) se basa en una propuesta mensual recogida en su sección Escribir Jugando. Se trata de que los participantes escriban un microrrelato con un máximo de 100 palabras (sin contar el título) siguiendo las condiciones marcadas para el desafío de ese mes. Estas son dos, como requeridas, y una tercera susceptible de ser añadida a las anteriores si los duelistas narrativos se atreven a incluirla en su relato.

   Para este mes de diciembre, en el que he participado con Consagrados al bien común, se ha escogido un mineral para indicarnos una de las dos premisas que deben seguirse para dar forma a la historia; y el contenido de una de las cartas del juego The Good Tarot nos ha marcado la segunda, determinándose así las dos condiciones requeridas. En cuanto a la condición adicional, la tercera premisa a tener en cuenta, Lidia ha decidido que en la narración debe aparecer algo relacionado con un monumento de su elección.   

   Así, el mineral elegido ha sido la turmalina negra, muy utilizado en la industria por sus propiedades piezoeléctricas y piro eléctricas; y, a nivel terapéutico, para la limpieza, la protección y la transformación, ya que absorbe las energías densas y las dirige hacia la tierra para ser transmutadas.

   Por otro lado, en la imagen de la carta aparece una mujer que bien podría incluirse entre las de la mitología griega o romana. Se identifica como Paciencia y luce un reloj sobre su pecho, tal vez sugiriendo lo que prevalece en el interior de su corazón, quizás reflejando lo que realmente es su corazón mismo… puede imponer el paso del tiempo en aras de conseguir un objetivo superior, de mayor importancia. La forma en la que apoya su hombro sobre una antigua columna y la serenidad reflejada en la expresión de su rostro, especialmente en su mirada, solo pueden inspirarme confianza y reparadora tranquilidad. 

   Finalmente, la pirámide del Louvre, ese original monumento inaugurado oficialmente en 1989 y que marcó un hito histórico por la singularidad de su diseño puesto que, además de estar recubierta con 603 rombos y 70 triángulos de vidrio, fue la primera gran construcción que utilizó el vidrio laminado, ha sido la escogida para esta ocasión.

   En estas fechas tan entrañables que tanto invitan a la meditación, quiero recordar a aquellas personas que se sacrifican por los demás, ya sea materializando grandes iniciativas como poniendo en práctica pequeñas acciones casi inapreciables en primera instancia, pero que realmente están ahí haciendo un poco más felices a los que les rodean. A todas ellas les dedico el siguiente relato…

                                        Consagrados al bien común

   Soy uno de los once enviados por nuestra orden, cada uno a un confín distinto del mundo, lugares malditos donde nadie viviría y donde debemos capturar las maldades para encerrarlas dentro de una turmalina blanca que, poco a poco, se va ennegreciendo por lo que alberga.

   Labor tediosa y desagradecida, tan solo rota durante la noche por la visita de una sacerdotisa de la Paciencia para conferirme tesón y evitar que desfallezca antes de cumplir mi cometido.

   Cuando las once blancas se tornen negras, las encerraremos en la pirámide de cristal y esas maldades nunca volverán a desolar la Tierra.