El reto de Lídia Castro Navàs (https://lidiacastronavas.wordpress.com/escribir-jugando/) se basa en una propuesta mensual recogida en su sección Escribir Jugando. Se trata de que los participantes escriban un microrrelato con un máximo de 100 palabras (sin contar el título) siguiendo las condiciones marcadas para el desafío de ese mes. Estas son dos, como requeridas, y una tercera susceptible de ser añadida a las anteriores si los duelistas narrativos se atreven a incluirla en su relato.
Para este mes de mayo, en el que he participado con ¿Error de cálculo?, el resultado mostrado en la cara de un dado del juego Story Cubes nos ha indicado una de las dos palabras que deben formar parte de la historia y el contenido de una de las cartas del juego Dixit Memories (una expansión del juego Dixit) nos ha marcado la segunda, determinándose así las dos condiciones requeridas. En cuanto a la condición adicional, la tercera palabra a tener en cuenta, Lidia ha decidido que en la narración debe aparecer algo relacionado con un invento de su elección.
Así, la cara del dado ha desvelado un símbolo de remolino o de hipnosis; y la carta muestra la imagen de un ingeniero, tal vez científico también, a juzgar por los tubos de ensayo y los viales conteniendo líquidos de colores diversos que aparecen entre engranajes y medidores analógicos similares a manómetros. En uno de sus bolsillos de su bata blanca lleva una herramienta y un vial. Algo le ha hecho salir corriendo, quizás la hora que marca un reloj de pared que cuelga de un extraño colector metálico. Finalmente, el descubrimiento del primer aerolito, llevado a cabo en 1801 por el astrónomo Giuseppe Piazzi, ha sido el escogido para esta ocasión.
Si había sido minucioso en extremo al realizar el cálculo de la proporción de cada componente que debía formar parte de la mezcla… ¿habría pasado por alto algo a tener en cuenta?, ¿realmente se habría equivocado? Tal vez un exceso de horas de trabajo sin descanso en su laboratorio le habría conducido al fatal error.
¿Error de cálculo?

Había conseguido sintetizar un nuevo combustible con el que la cosmonave llegaría a otro sistema solar. Pero el ensayo estaba saliendo mal… la nave iba a estallar.
Con sus herramientas en el bolsillo, corrió hacia la plataforma. Si la prueba fallaba, le obligarían a retractarse de su invento, igual que antaño sucedió con Giuseppe Piazzi cuando descubrió el primer asteroide.
No imaginaba que, tras negarse a ceder su fórmula, la competencia había conseguido, mediante hipnosis, que la saboteara él mismo. Las cámaras le habían grabado haciéndolo.
Además, solo por si acaso, un francotirador lo tenía en su punto de mira…
Wow, Daniel! Me encanta tu historia 😃 Conseguir una fórmula mediante hipnosis del mismo creador. Muy ingenioso todo. Buen trabajo. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo.
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Hola, Lídia.
Pensé que tal vez sería interesante darle un toque de espionaje al relato.
Me alegro de que te haya gustado y agradezo de veras tus comentarios.
Un abrazo.
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Una trama de espionaje e intriga en el reto. ¡Qué bien! Me encanta cómo con los mismos elementos, aparecen relatos tan diferentes.
Tu relato, Daniel, me encanta. Eso de conseguir la fórmula con la hipnosis y el consiguiente sabotaje del mismo creador es… rizar el rizo.
Saludos.
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Hola, Marlen.
Sí, realmente es maravilloso que aparezcan relatos tan diferentes partiendo de elementos comunes. La imaginación nos lleva a conceptos más o menos dispares y la creatividad selecciona entre ellos y hace el resto. Es una magia fabulosa de la que todos los amantes de la narrativa podemos disfrutar. Ahí estaremos, tú, yo y todos los que nos movemos por este universo en el que, partiendo de las palabras, se muestran tantas cosas.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos.
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Para saber algunas cosas, no hay moral ya veo yo, ya.
Conocer un secreto por hipnosis y acabar, por si acaso, con el origen del mismo, da para pensarlo porque él mismo también puede ser su «antídoto».
Muy bien llevada esta historia de espionaje.
Un beso.
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Hola, Magadeqamar.
En ocasiones, los grandes adelantos científicos y tecnológicos conllevan, de forma más o menos soterrada, una falta de moralidad que debería estar fuera de lugar.
Muchas gracias por tu apoyo.
Un beso.
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Resumiendo, ¿qué podía salir mal?
Un abrazo 🤗
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Hola, Ratonet.
La verdad es que nada, si pensamos en «los malos», claro. En cuanto al protagonista… lo tiene un poco difícil, ja, ja.
Muchas gracias por leerlo y comentarlo.
Un abrazo.
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